Y es que a diferencia de otros países, en Paraguay no existe un cuerpo de bomberos asalariados dependiente del Gobierno, sino que todos ellos son voluntarios.

Además, la ley permite que puedan crearse organizaciones de bomberos independientes, como es el caso del cuartel al que pertenecían los tres bomberos fallecidos el pasado sábado en la localidad de Minga Guasú, fronteriza con Brasil.

Las víctimas, una de ellas menor de edad, perecieron asfixiados cuando trabajaban para enfriar un silo de arroz en el que habían sofocado un incendio el día anterior.

Todo empezó, según la policía, cuando estaban encaramados a la torre aledaña al silo, donde se posicionaron para seguir arrojando agua.

En ese momento, Ronal Aguilera, de 17 años, resbaló y cayó al interior desde unos 20 metros de altura.

Luego Arnaldo Riveros, de 18 años, bajó y entró en el recinto intentando rescatarle, pero quedó atrapado. Saturnino González, de 47, subió entonces a la torre e ingresó al secadero para auxiliarlos, pero tampoco pudo salir.

El accidente causó una conmoción a nivel nacional y la reacción del presidente paraguayo, Horacio Cartes, quien expresó sus condolencias y destacó su pesar y dolor “por estos Bomberos mártires del Alto Paraná que perdieron la vida en el ejercicio de su noble misión”.

Ese reconocimiento se manifestó un día después en dos emotivas ceremonias de despedida, una en Minga Guasú y otra en la ciudad de Mariano Roque Alonso, a las que asistieron cientos de bomberos voluntarios.

Sin embargo, a raíz del accidente surgieron las denuncias sobre la falta de medios y profesionalidad con los que cuentan estas organizaciones, siendo las principales la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos Voluntarios y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Paraguay (CBVP).

“El Gobierno no entiende que tiene mano de obra gratis, y ni siquiera se ocupa de dotarla de presupuesto para comprar equipos adecuados”, explicó a Efe Miguel Ángel Riera, vicepresidente del CBVP.

Riera lamentó que ni siquiera un 5% de los cuarteles de Paraguay tiene equipos protectores adecuados, que normalmente se reciben gracias a donaciones de países como Canadá, Estados Unidos, Francia o Japón.

“De otros países recibimos cascos a los que ya les ha llegado su fecha de vencimiento, o vehículos con más de diez años de uso. Son equipos en buenas condiciones, pero que según los estándares de otros países ya no pueden utilizarse”, precisó.

Riera estimó en unos 7.000 dólares el costo de un equipamiento completo para un bombero, algo “imposible de realizar” con los medios económicos con que cuentan los voluntarios paraguayos.

Expuso también que las precarias condiciones laborales de los bomberos, que compaginan sus guardias voluntarias nocturnas con trabajos remunerados durante el día, provocan una deserción del 50% en el Cuerpo.

Ahora la batalla se centra en establecer un plan de profesionalización del sector basado en tres ejes: la dotación de equipamientos de protección personal, el uso de equipos de respiración autónoma y la renovación del parque automotor.

Y también que se apruebe un proyecto de ley a estudio del Parlamento para que se les incluya en el Instituto de Previsión Social (IPS), la Seguridad Social paraguaya, para recibir atención médica gratuita en caso de accidente.

El reporte semanal de Vigilancia de la Salud señala que en las últimas tres semanas (SE) 15, 16 y 17, se registraron a nivel país 22.418 notificaciones, de las cuales 3.536 son casos con diagnóstico de dengue, de acuerdo a datos parciales.

Refiere que en lo que va del año, suman 299.716 notificaciones de dengue en el territorio nacional.

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El 78 % de las notificaciones reportadas en las últimas tres semanas proceden de Central, Itapúa, Asunción, Alto Paraná, Misiones, Paraguarí, Caaguazú, Guairá y Ñeembucú.

Desde el inicio de la epidemia, un gran porcentaje de los casos se concentra en la franja pediátrica, siendo el grupo etario más afectado el de 5 a 9 años, seguido del 10 a 14 años.

El 87 % de las muestras procesadas este año corresponden a DEN-2, que es el serotipo predominante en Paraguay.

La cifra de internados por dengue muestra un descenso.

En las últimas tres semanas, se contabilizaron un total de 929 hospitalizados por sospechas de arbovirosis; de estos, 341 son casos con diagnóstico de dengue y 12 ingresaron a terapia intensiva. En este periodo fueron hospitalizadas 5 embarazadas.

Entre los pacientes internados, el grupo de edad más afectado es de 5 a 9 años, seguido del grupo de 10 a 14 años.

De todos los internados, el 21 % refiere comorbilidad: diabetes, obesidad y cardiopatía. De acuerdo con el reporte, el 56 % de los hospitalizados se registran en las regiones de Central y Asunción.

En las últimas tres semanas se confirmó un fallecido por dengue, correspondiente a la semana (SE) 16.

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El hermano Tomás Sosa, integrante de la congregación franciscana capuchina, anunció que la tradicional bendición de vehículos, que inició hoy a las 6:00, se extenderá hasta las 21:00, para dar oportunidad de que cada uno acuda en el horario que mejor le quede.

Los Capuchinos se ubican sobre la Avda. Perón y calle El Trabajador (a 500 metros de la Avda. Félix Bogado), donde ofrecen la gracia religiosa tanto a vehículos como a motocicletas.

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La actividad la realizan como parte del novenario de preparación para la fiesta de San Leopoldo de Mandic que se celebra cada 12 de mayo.

Agradecer a Dios por contar con un medio de movilidad propia y, a la vez, pedirle la protección para todos los viajes, son motivos que los hermanos esgrimen para invitar a los conductores a solicitar la bendición. Otra propuesta similar que habitualmente ofrecen es la bendición de mascotas.

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Alfredo González Giménez (38) es quien falleció atropellado anoche sobre la ruta Py02, en el Km 57, barrio Loma Guazú de Caacupé.

El automóvil Toyota Allion, al mando de Flauber Benítez Ovelar, sargento primero de las Fuerzas Armadas, atropelló a González Giménez de manera frontal.

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A causa del impacto, el cuerpo terminó dentro del vehículo. En tanto, el conductor se encuentra a salvo y dio negativo al alcotest. El militar fue aprehendido y permanece a disposición del Ministerio Público.

Desafortunadamente, nada se pudo hacer para salvar al peatón, quien quedó sin signos vitales en el lugar del accidente. El tramo utilizado por González Giménez no estaba habilitado para el cruce peatonal, según informaron los intervinientes. Sin embargo, el automóvil circulaba a gran velocidad.

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