Cuando la búsqueda del bebé se vuelve complicada: causas y soluciones

La fertilidad de una pareja puede variar según varios factores, como la edad, la reserva (ovárica-esperma) y la salud general. En esta nota abordamos las causas más comunes y soluciones más recurrentes para la infertilidad.

El Dr. Roger Molinas, experto en Medicina y Cirugía Reproductiva, responde en esta nota cuáles son los factores más comunes que pueden afectar la fertilidad y la forma de poder lograr concebir.

¿Cuáles son los factores más comunes que pueden afectar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres?

Los factores que afectan la fertilidad en las mujeres generalmente son la edad avanzada, trastornos hormonales, enfermedades de transmisión sexual, endometriosis, anomalías uterinas, problemas de ovulación, obstrucciones en las trompas de Falopio, trastornos autoinmunitarios y exposición a productos químicos tóxicos o radiación.

En cuanto a los hombres, son también la edad avanzada, además de los problemas de eyaculación o erección, enfermedades de transmisión sexual, exposición a productos químicos tóxicos o radiación, consumo de alcohol, tabaco o drogas, obesidad, trastornos hormonales, anomalías en el esperma y varicocele (una inflamación en las venas del escroto).

Es importante tener en cuenta que estos factores no garantizan la infertilidad y que cada caso es único. Si una persona tiene problemas para concebir, es importante que consulte a un médico especialista en fertilidad para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

¿Cuándo es recomendable buscar ayuda médica especializada si estamos intentando concebir y no lo logramos?

Se recomienda buscar ayuda médica especializada si una pareja ha estado intentando concebir durante un año, sin éxito. Si la mujer tiene 35 años o más, se recomienda buscar ayuda médica después de 6 meses de intentarlo sin éxito. También se aconseja buscar ayuda médica si la pareja tiene antecedentes de problemas de fertilidad, enfermedades de transmisión sexual o problemas de salud que puedan afectar la fertilidad.

Es importante tener en cuenta que la infertilidad puede ser causada por varios factores y que cada caso es único. Un médico especialista en fertilidad puede realizar una evaluación exhaustiva para determinar la causa subyacente del problema y recomendar un tratamiento adecuado. Además, buscar ayuda médica temprano puede aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento de la infertilidad

¿Qué pruebas y evaluaciones se realizan para determinar la causa de la infertilidad en hombres y mujeres?

Se debe realizar una evaluación sistemática y estructurada en ambos miembros de la pareja, enfocada a identificar la causa de la infertilidad y a plantear diferentes alternativas de tratamiento en el menor tiempo posible.

Las pruebas y evaluaciones para determinar la causa de infertilidad en hombres y mujeres pueden variar dependiendo de la posible causa subyacente. Algunas de las pruebas y evaluaciones más comunes son:

Para las mujeres: factor endocrino ovulatorio, uterino, tubárico, peritoneal y genético.

Para los hombres: espermograma, capacitación espermática, test de túnel (fragmentación de ADN espermático), mar test, condensación de cromatina, bioquímica seminal y factor genético.

Es importante tener en cuenta que estas pruebas y evaluaciones pueden variar dependiendo del caso individual y que un médico especialista en fertilidad puede recomendar pruebas adicionales en función de los resultados obtenidos.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento disponibles para abordar problemas de fertilidad en hombres y mujeres?

Para las mujeres existen medicamentos para estimular la ovulación, también la inseminación intrauterina (IIU), en la que se colocan espermatozoides directamente en el útero; la fertilización in vitro (FIV), en la que se fecunda un óvulo fuera del cuerpo y se coloca en el útero; la Donación de óvulos o embriones y la cirugía para tratar problemas como endometriosis u obstrucciones en las trompas de Falopio.

Para los hombres hay medicamentos para tratar problemas hormonales o de eyaculación, la cirugía para tratar problemas como varicocele u obstrucciones en los conductos deferentes, la inseminación intrauterina con semen donado y la fertilización in vitro con inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), en la que se inyecta un espermatozoide directamente en un óvulo fuera del cuerpo.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la infertilidad puede ser un proceso largo y emocionalmente desafiante, por lo que es importante buscar apoyo y asesoramiento adecuados.

¿Cuáles son los riesgos y beneficios de las técnicas de reproducción asistida, como la fertilización in vitro (FIV) y la inseminación intrauterina?

Las técnicas de reproducción asistida, como la fertilización in vitro (FIV) y la inseminación intrauterina, pueden ofrecer tanto beneficios como riesgos. Por ello, es importante que las parejas que consideran someterse a técnicas de reproducción asistida, se informen adecuadamente sobre los beneficios, los riesgos y las limitaciones de cada técnica.

Entre los beneficios de las técnicas de reproducción asistida puedo citar los siguientes:

-Ayuda a las parejas infértiles: Las técnicas de reproducción asistida brindan esperanza a las parejas que tienen dificultades para concebir de forma natural. Pueden ser una opción para superar problemas de infertilidad, como obstrucciones tubáricas, baja calidad del esperma o problemas de ovulación.

-Oportunidad de tener un hijo biológico: Para muchas parejas, la posibilidad de tener un hijo biológico es fundamental. Las técnicas de reproducción asistida, como la FIV, permiten a los padres usar sus propios óvulos y esperma para concebir un hijo.

-Control sobre el momento de la concepción: Algunas parejas pueden optar por las técnicas de reproducción asistida para tener control sobre el momento de la concepción. Esto puede ser especialmente relevante para parejas que desean posponer la paternidad debido a razones personales o profesionales.

En cuanto a los riesgos de las técnicas de reproducción asistida:

-Riesgos médicos: Las técnicas de reproducción asistida conllevan ciertos riesgos médicos para la mujer, como el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO), infecciones, reacciones adversas a la medicación o complicaciones durante el procedimiento de aspiración folicular. Estos riesgos son relativamente bajos, pero existen.

-Riesgos emocionales y psicológicos: El proceso de someterse a técnicas de reproducción asistida puede ser emocionalmente desafiante. Las esperanzas, expectativas y posibles decepciones pueden afectar la salud emocional de las parejas. Además, el estrés financiero y las presiones sociales también pueden ser un factor.

-Posibilidad de embarazo múltiple: Las técnicas de reproducción asistida aumentan la probabilidad de embarazo múltiple, especialmente en la FIV, donde se pueden transferir varios embriones al útero. El embarazo múltiple conlleva un mayor riesgo tanto para la madre como para los bebés, incluyendo complicaciones durante el embarazo y el parto.

-Éxito no garantizado: Aunque las técnicas de reproducción asistida han mejorado significativamente las tasas de éxito en los últimos años, no hay garantía de éxito en cada ciclo. La FIV, por ejemplo, tiene una tasa de éxito que varía según la edad de la mujer y otros factores.

¿Existen medidas o cambios en el estilo de vida que se pueden adoptar para mejorar la fertilidad?

Sí, existen diversas medidas y cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a mejorar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Aquí hay algunas recomendaciones:

Mantener una dieta saludable: Consumir una dieta equilibrada y rica en nutrientes es importante para la salud reproductiva. Asegúrate de incluir frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables en tu alimentación diaria.

Mantener un peso saludable: Tanto el sobrepeso como la obesidad pueden afectar negativamente la fertilidad. Si tienes sobrepeso u obesidad, intenta perder peso de manera gradual a través de una combinación de dieta saludable y ejercicio regular.

Hacer ejercicio regularmente: Mantenerse físicamente activo puede ayudar a mejorar la fertilidad. Sin embargo, es importante evitar el ejercicio excesivo, ya que puede tener un impacto negativo en la fertilidad.

Evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas: Fumar tabaco, consumir alcohol en exceso y el uso de drogas recreativas pueden afectar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Es recomendable evitar estos hábitos para mejorar las posibilidades de concebir.

Reducir el estrés: El estrés crónico puede interferir con la fertilidad. Intenta encontrar formas de reducir el estrés en tu vida, ya sea a través de la práctica de técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, o buscando actividades que te gusten y te ayuden a relajarte.

Limitar la exposición a sustancias tóxicas: La exposición a ciertas sustancias tóxicas en el entorno laboral o en el hogar puede afectar la fertilidad. Intenta limitar la exposición a pesticidas, productos químicos tóxicos y radiación excesiva.

Mantener una buena salud sexual: Mantener relaciones sexuales regularmente, especialmente durante el período fértil de la mujer, puede aumentar las posibilidades de concebir. También es importante asegurarse de que tanto el hombre como la mujer estén libres de infecciones de transmisión sexual que puedan afectar la fertilidad.

¿Qué impacto tiene la edad en la fertilidad tanto en hombres como en mujeres?

La edad puede tener un impacto significativo en la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. La fertilidad de las mujeres disminuye gradualmente a medida que envejecen debido a varios factores, tal como la disminución de la reserva ovárica. Las mujeres nacen con una cantidad finita de óvulos en sus ovarios, y a medida que envejecen, la cantidad y la calidad de los óvulos disminuyen. Esto afecta la capacidad de concebir y aumenta el riesgo de anomalías cromosómicas en los embriones.

También se dan irregularidades en el ciclo menstrual, ya que, con la edad, es común experimentar cambios en la regularidad del ciclo menstrual. La ovulación puede volverse menos predecible, lo que dificulta la identificación del período fértil y reduce las posibilidades de concebir.

También hay mayor riesgo de complicaciones del embarazo, en atención a que, a medida que las mujeres envejecen, aumenta el riesgo de problemas durante el embarazo, como abortos espontáneos, preeclampsia, diabetes gestacional y anomalías cromosómicas en el feto.

Aunque los hombres tienen la capacidad de producir espermatozoides durante toda su vida adulta, la edad también puede tener un impacto en la fertilidad masculina. Algunos factores asociados con la edad y la fertilidad masculina son la disminución de la calidad del esperma, mayor riesgo de problemas genéticos, y pueden experimentar un tiempo de concepción más prolongado en comparación con los más jóvenes. Esto se debe a una disminución en la capacidad de fertilización y a una mayor incidencia de disfunción eréctil y otras condiciones relacionadas con la edad.

¿Cómo reemplazar las condiciones de salud preexistentes, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o la endometriosis, a la fertilidad y qué opciones de tratamiento están disponibles?

Tanto el síndrome de ovario poliquístico (SOP) como la endometriosis son condiciones de salud preexistentes que pueden afectar la fertilidad de las mujeres. El Síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno hormonal que puede causar irregularidades en los ciclos menstruales y dificultades para concebir. Algunas opciones de tratamiento incluyen cambios en el estilo de vida con una dieta saludable y equilibrada, hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable puede ayudar a mejorar los síntomas del SOP y promover la fertilidad. Los medicamentos como los anticonceptivos orales pueden regular los ciclos menstruales y aliviar los síntomas del SOP. Además, los medicamentos como el clomifeno o la metformina pueden ayudar a inducir la ovulación y aumentar las posibilidades de concebir.

Si los medicamentos no son efectivos, se pueden considerar técnicas de reproducción asistida, como la inseminación intrauterina (IIU) o la fecundación in vitro (FIV), para aumentar las posibilidades de embarazo.

En cuanto a la endometriosis, esta es una condición en la cual el tejido que normalmente reviste el útero (endometrio) crece fuera del útero, lo que puede causar dolor y afectar la fertilidad. Las opciones de tratamiento incluyen los medicamentos como los analgésicos, los antiinflamatorios no esteroides (AINE) y los anticonceptivos hormonales pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir el crecimiento del tejido endometrial fuera del útero.

Además de la cirugía en casos más graves y el tratamiento de fertilidad asistida.

¿Qué papel juegan los factores emocionales y psicológicos en la fertilidad y cómo se pueden abordar?

Los factores emocionales y psicológicos pueden desempeñar un papel significativo en la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. El estrés, la ansiedad, la depresión y otros aspectos emocionales pueden afectar los niveles hormonales, la función reproductiva y la respuesta al tratamiento de fertilidad.

Es importante tener un sistema de apoyo emocional durante el proceso de búsqueda de embarazo. Esto puede incluir hablar con amigos cercanos, familiares o un terapeuta especializado en fertilidad. Compartir tus preocupaciones y emociones puede ayudar a aliviar la carga emocional y encontrar estrategias para manejar el estrés.

La terapia psicológica puede ser beneficiosa para las personas que están experimentando dificultades para concebir. Un terapeuta especializado en fertilidad puede ayudar a explorar y manejar los desafíos emocionales relacionados con la infertilidad, proporcionando herramientas para el manejo del estrés y el fortalecimiento emocional.

Prácticas como la meditación, la respiración profunda, el yoga, la acupuntura u otras técnicas de relajación pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional durante el proceso de fertilidad. Estas técnicas pueden ayudar a calmar la mente, aliviar la ansiedad y promover una sensación de equilibrio.

Mantener una comunicación abierta y honesta con tu pareja es esencial. Compartir tus sentimientos y preocupaciones puede fortalecer el vínculo emocional y ayudar a enfrentar juntos los desafíos de la fertilidad.

¿Cuáles son las opciones disponibles para preservar la fertilidad en casos de pacientes que están por someterse a tratamientos médicos que podrían afectarla, como la quimioterapia o la radioterapia?

Para los pacientes que se someterán a tratamientos médicos que podrían afectar la fertilidad, como la quimioterapia o la radioterapia, existen opciones disponibles para preservar la fertilidad. Estas opciones pueden variar según el género y la edad del paciente

Las mujeres pueden optar por someterse a la estimulación ovárica controlada seguida de la extracción de los óvulos maduros. Estos óvulos se congelan (criopreservan) para su uso futuro. Cuando la paciente esté lista para concebir, los óvulos se descongelan, se fertilizan en el laboratorio mediante fertilización in vitro (FIV) y se transfieren al útero.

Las parejas o mujeres solteras pueden optar por someterse a la fertilización in vitro (FIV) antes de recibir el tratamiento médico. Los óvulos maduros se fertilizan con espermatozoides para formar embriones, y luego los embriones se congelan para su uso futuro. Cuando la paciente esté lista para concebir, los embriones se descongelan y se transfieren al útero.

En algunos casos, especialmente en mujeres prepuberales o cuando no es posible retrasar el inicio del tratamiento médico, se puede realizar la criopreservación de tejido ovárico. Se extrae una porción del tejido ovárico antes del tratamiento y se congela. Después del tratamiento médico, el tejido puede ser descongelado y reimplantado en los ovarios, o bien, se pueden extraer los óvulos maduros de dicho tejido.

Los hombres pueden optar por la criopreservación de esperma antes de recibir el tratamiento médico. El esperma se recolecta y se congela para su uso futuro en la fertilización de óvulos mediante FIV.

 

Donar sangre y motivar a otros: las “MUSAS” que inspiran a salvar vidas

La donación de sangre es, sin duda alguna, uno de los gestos más nobles y altruistas para salvar vidas. Bajo esta premisa nació “MUSAS”, un grupo de mujeres voluntarias que busca inspirar a otras personas a extender el brazo y a seguir el mismo ejemplo.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

Donar sangre y, al mismo tiempo, motivar a otros a hacerlo. Esta es la idea que fue germinando hasta dar vida a “Mujeres Unidas en el Servicio y Acción Solidaria (MUSAS)”, una organización sin fines de lucro que cumplió 11 años de existencia.

Se trata de un grupo de mujeres que, tal y como lo cuenta una de sus integrantes, Cynthia Liseras, pasaron de ser donantes frecuentes a convertirse en promotoras de la donación voluntaria de sangre.

Todo inició años atrás cuando varias amigas se hicieron eco de un pedido desesperado de sangre para una persona que se encontraba internada y requería muchos volúmenes. En aquella oportunidad, se sensibilizaron con la causa y decidieron organizarse entre todas para hacer la donación voluntaria de forma conjunta.

Las mismas optaron por no detenerse allí y continuar con esta clase de iniciativas, dando el siguiente paso: llegar a la acción solidaria. “Entendimos que solo si nos organizábamos y nos instruíamos, podríamos hacer algo más trascendente”, señaló Liseras a HOY.

A partir de allí, MUSAS fue creciendo hasta llegar a lo que es hoy día, con más de 100 personas forman parte del grupo como voluntarios y donantes a la par, cada uno de los cuales tiene el compromiso de llevar a alguien más cada vez que organizan una colecta de sangre, a modo de ir extendiendo el alcance de la ayuda. “Al inicio éramos solo nosotras y luego se sumaron los esposos, hijos, familiares, amigos y vecinos”, mencionó.

Recientemente llevaron a cabo la colecta número 23, demostrando con ello que siguen con la misma convicción y entrega que cuando empezaron el proyecto hace unos años. A diferencia de aquel entonces, hoy son muchas más las voluntarias que extienden su mano solidaria para ayudar y -a la vez- sus brazos para donar sangre.

La pandemia de COVID-19, donde las restricciones y el distanciamiento social limitaron las interacciones, no fue motivo para frenar el ímpetu de estas mujeres solidarias, quienes continuaron con su noble labor haciendo de nexo con los donantes que tenían registrados en su base de datos.

MUSAS logró firmar un convenio con el Programa Nacional de sangre del Ministerio de Salud, a fin de realizar las colectas bajo la modalidad “extra muro” en las residencias particulares de las voluntarias. Como parte de este acuerdo, trabajan de cerca con el Centro Nacional de Servicios de Sangre (Censsa), que envía a sus profesionales para poder realizar la extracción, el procesamiento y la distribución de los volúmenes de sangre donados.

Anualmente, organizan dos colectas de sangre, aunque dependiendo de la necesidad pueden llegar a tres, inclusive. Además de Asunción y el Área Metropolitana, también promueven este tipo de iniciativas en otros puntos del interior del país, así como en empresas, instituciones educativas, clubes, hospitales, entre otros.

MUSAS también representa a Paraguay ante el Grupo Cooperativo IberoLatinoamericano de Medicina Transfucional (GCIAMT) como promotoras de la donación voluntaria de sangre, por lo que su noble labor trasciende fronteras hasta llegar a otros rincones.

Las voluntarias de MUSAS se organizan en equipos de trabajo durante las colectas de sangre y preparan una cálida acogida a los donantes, ofreciéndoles refrigerios, un lugar cómodo para descansar y prepararse, así como otros complementos adicionales que permiten hacer más agradable el acto de la donación.

Un punto clave es la fidelización de los donantes de sangre, afirma, lo cual implica el compromiso permanente de los que se acercan a donar la primera vez para seguir haciéndolo a futuro. Con ello, la premisa de salvar vidas va afianzándose e inspirando a nuevas “musas” para seguir el mismo ejemplo.

Donar es nuestro aporte a la sociedad para demostrar que unidas se puede lograr y que salvar vidas es un privilegio de la gente sana”, sentenció Liseras.

La inundación en Brasil, una imagen que duele y recuerda a históricas crecidas en Paraguay

El sur de Brasil atraviesa uno de los peores momentos de su historia, con una inundación sin precedentes, dejando cientos de fallecidos y desaparecidos. Imágenes muy parecidas también se vieron en Paraguay años atrás, sin llegar al mismo tenor del vecino país, pero también con pérdidas humanas y efectos devastadores.

Por Juan Riveros (@JuacitoRiveros)

Postales estremecedoras fueron vistas en los últimos días acerca de lo que sucede en varias ciudades de Río Grande do Sul, Brasil, donde miles de familias fueron desplazadas por una histórica inundación, la más grande en la era moderna. Además de las personas y animales fallecidos, hay todavía cientos de desaparecidos, que probablemente se encuentren ya sin vida.

La consecuencia principal de esta histórica inundación es la cantidad de lluvia que cayó en pocos días en dicha región, ocasionando el desborde del río Guaíba. Varias ciudades fueron totalmente rebasadas por el paso del agua.

¿Es posible un escenario similar en otras zonas e incluso nuestro país? Los expertos indican que es poco probable que Paraguay tenga una situación de la magnitud de Brasil. Sin embargo, todavía es reciente la memoria sobre lo sucedido en la ciudad de Limpio semanas atrás, donde barrios enteros quedaron bajo agua.

Las intensas lluvias registradas a finales de abril y el taponamiento del arroyo Damián, fueron la “mezcla perfecta” para que los barrios de la zona queden inundados. Caminos intransitables, familias desplazadas y problemas en el tránsito, fueron las postales dejadas por este hecho reciente.

En departamentos del sur del país, como Ñeembucú, Itapúa, Misiones y otros, también son frecuentes las inundaciones. Sin embargo, existen antecedentes históricos registrados en Paraguay con la problemática de la suba del agua y sus respectivas consecuencias.

Respecto a los datos históricos, la Dirección de Planificación y Evaluación de Documentación Histórica del Ministerio de Salud expone que grandes crecidas azotaron desde siempre al territorio nacional. Recién en la década del 70, las inundaciones se relacionaron a El Niño, fenómeno de calentamiento de las aguas del Océano Pacífico que provoca inundaciones cíclicas, cada 8 a 10 años, afectando principalmente las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná, específicamente en las localidades de Bahía Negra, Concepción, Asunción, Alberdi, Pilar y Encarnación.

Como primer antecedente, se tiene registro de lo ocurrido entre los años 1547 y 1774, cuando los indios revelaron que las “inundaciones solían durar 4 meses y que eran seguidas de gran corrupción del aire por los muchos peces que las aguas dejaban en seco al retirarse y que hacía pudrir muy pronto la gran actividad del sol.”(sic).

Los registros dan cuenta también de inundaciones relacionadas al río Paraná en los años 1612, 1748, 1812, aunque sin datos suficientes como para reconstruir los valores de alturas y caudales.

Históricas inundaciones en Paraguay. Foto: Gentileza.Históricas inundaciones en Paraguay. Foto: Gentileza.

El informe presenta además una “extraordinaria crecida del río Paraguay, tan grande que poco faltó para que las aguas cubrieran por completo la cima de la roca llamada El Peñón, que se halla en el medio del río, un poco más arriba de la Villa Occidental (Villa Hayes). Este evento fue registrado por un juez de Paz de Limpio, quien tuvo la buena idea de señalar el punto culminante de la creciente con letras grabadas en la roca, con estos términos: “Creciente de 1833″.

Durante los años 1838, 1894 y 1905 también se dieron históricas inundaciones, esta última es conocida como “La crecida del siglo”. Este año se registró la mayor crecida en el mes de junio y alcanzó 8,80 m, según registros obrantes en la Estación Hidrométrica del Río Paraguay, en el Puerto de Asunción.

Las inundaciones estacionales de las riberas obligan residentes desplazados a buscar refugio temporal hasta que las aguas recuperen su nivel normal.

Años posteriores como 1909, 1914, 1940, 1953 y 1954, Asunción fue la víctima constante de las inundaciones, donde la zona mayormente afectada era la hoy conocida como “Chacarita”. Incluso los registros dan cuenta de que las estructuras del gobierno se veían en peligro ante el incesante paso del agua.

En 1966 en la ciudad de Pilar, el río volvió a castigar sin piedad a la población de Ñeembucú, superando los niveles críticos y dejando a miles de desplazados.

En cuanto a las inundaciones urbanas, en la década del 70 se dieron con mayor intensificación, donde nuevamente Asunción fue la más afectada en cuanto al nivel del agua y la cantidad de pobladores desplazados, sumados a los daños materiales.

En el norte del país, es recordada la inundación en Concepción y parte del Chaco en 1982, debido al exceso de agua en el Pantanal y a las lluvias anormalmente altas de febrero y marzo de ese año. Este eventó marcó el verdadero inicio de las lluvias del fenómeno de El Niño, que también se extendió a otras partes del país. Nuevamente la situación llegó a Pilar en 1983, que quedó bajo agua el 24 de marzo, considerándose como la peor inundación que se haya registrado en dicho lugar.

En la década del 90 e inicios del 2000, las mismas ciudades mencionadas eran las más afectadas. En el 2012, el Chaco paraguayo sufrió la peor de las inundaciones en toda su historia. Las constantes e intensas lluvias del mes de febrero y marzo, y el suelo árido y nada permeable ocasionaron que gran parte de la Región Occiental, desde Chaco’i hasta Mariscal Estigarribia y un poco más cerca de la frontera con Bolivia, el agua se acumulara.

A partir del 2015, se vieron graves inundaciones, sin llegar al nivel de “históricas” en ciudades como Pilar, Ayolas, Villa Florida, Encarnación, Asunción y localidades del Chaco. Estas situaciones fueron obligando a las autoridades a gestionar mecanismos de prevención, mejorando la infraestructura a través de muros de contención y franjas costeras.

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Duelo vs. Divorcio: cómo sobrellevar la ruptura y el torbellino emocional después del ‘adiós’

Una separación o un divorcio puede ser una de las experiencias más estresantes y dolorosas de la vida. Independientemente al motivo, o si era algo deseado o no, la ruptura de una relación puede poner el mundo de cabeza y desencadenar todo tipo de emociones difíciles e inquietantes.

Un divorcio o una separación es una situación difícil para la pareja que toma la decisión de terminar, más cuando ya estuvieron tantos años juntos y con hijos de por medio. En ese momento, enfrentan un proceso donde ambos tienen un mundo interno de torbellino emocional, una mezcla de rabia, frustración, odio, ansiedad y mucha incertidumbre sobre el futuro.

Sin embargo, hay ocasiones en las que, para algunos, el terminar una relación es lo mejor que pudieron hacer, incluso, es consensuado. En este caso el proceso de separación tiene otra forma de presentarse y es menos doloroso, ya que como hay divorcios que pueden generar tumultos, están los que generan una liberación.

“Es importante tener en cuenta también los motivos de un divorcio. No es lo mismo un divorcio por incompatibilidad de caracteres, que, por ejemplo, por infidelidad, o si hubo violencia y malos tratos. De este modo, según sea la causa de la ruptura, será el grado de estrés emocional que se viva”, explicó la psicóloga Paola Zapata en diálogo con HOY/Nación Media.

En ese contexto, la profesional indicó que se puede presentar en estos casos también como un duelo, ya que es el final de una etapa y es sinónimo de cambios y el principio de una nueva etapa. “El duelo es una reacción natural ante una pérdida y la separación o el divorcio de una relación amorosa involucra múltiples pérdidas”, apuntó.

En ese concepto, la profesional sostuvo que, permitirse sentir el dolor del duelo puede generar miedo, debido a que puede que las emociones sean demasiado intensas como para soportarlas, además del temor de quedar atrapado en un lugar oscuro para siempre. No obstante, resaltó la entrevistada, el duelo es esencial para el proceso de recuperación.

“El dolor del duelo es precisamente lo que ayuda a una persona dejar atrás la antigua relación y seguir adelante. Y por muy fuerte que sea el dolor, no durará para siempre”, afirmó.

Etapas del duelo

La primera etapa del duelo es la negación

Estar desganado y deprimido por una separación es normal, ya que esto hace sentir a la persona un poco frustrada por el tiempo invertido y por los planes que con esa persona no se pudieron cumplir. El o la afectada intentará negociar con la pareja para no llegar al divorcio.

La segunda etapa es el enojo

En esta fase la persona se siente con mucha rabia y enojo, es donde sobreanaliza sus errores, como también los de la pareja, incluso, se puede perder el control y, en algunas ocasiones, buscar venganza por el dolor causado.

Negociación

Después del enojo y la rabia, aparecerá la necesidad de negociar y poder restaurar el matrimonio para que este no llegue a su fin. Podrían aparecer promesas de cambios, solicitud de una nueva oportunidad, buscarán alternativas de convencer a la pareja que no es buena idea el separarse.

Tristeza

Nadie se compromete o se casa pensando que se va divorciar y esto genera una mezcla de resignación con dolor, es una etapa donde se corre el riesgo de entrar en una depresión.

Aceptación

Luego del torbellino emocional que lleva todo este doloroso proceso de separación, llega la calma gradualmente y con ella, la aceptación de asimilar la realidad. Esto ayuda a tener una nueva percepción de la situación actual.

Superación

Esta es sin duda la etapa más esperada y la más difícil de llegar, pero llega. Es donde somos conscientes de nuestra nueva realidad, esto no significa que ya no se sienta dolor, sino que ya se habrá pasado página y esa relación ya quedó en el pasado definitivamente.

“Aprendemos a vivir con ella (ruptura) sin que afecte negativamente nuestra vida”, destacó la psicóloga.

Indicadores de duelo y su experiencia

El duelo también se presenta de manera física, emocional y mental.

-Físicos: Ataques de pánico, fatiga, apatía, sequedad en la boca, debilidad, llanto, insomnio.

-Emocionales: Culpa, ansiedad, desamparo, enfado, tristeza, dolor, depresión, rabia, angustia.

-Cognitivos: Autoreproche, inseguridad, indiferencia ante la vida, confusión, desilusión.

Cómo sobrellevar una separación o divorcio

Relacionarse con amigos y familiares de confianza: Las personas que han pasado por separaciones o divorcios dolorosos pueden ser especialmente valiosas.

Pasar tiempo con personas que le apoyan, valoran y dan energía: cuando piense a quién acudir, elija sabiamente. Lo importante es rodearse de personas positivas y que realmente lo escuchen.

Buscar ayuda externa si la necesita. Si acudir a familiares y amigos no da resultado, se debe considerar ir a un psicólogo que le ayude a comprender sus emociones.

El divorcio es un evento muy estresante que cambia la vida de cualquier persona. Mientras se atraviesa esta experiencia emocional difícil, además de afrontar grandes cambios en su vida, es más importante que nunca, cuidarse a uno mismo. “La tensión y el malestar de una separación importante pueden dejarle psicológica y físicamente vulnerable”, detalló Zapata.

Finalmente, la profesional aconsejó que toda persona que esté atravesando una ruptura amorosa, se dé un tiempo de descansar y reflexionar, minimizando otras fuentes de estrés, reducir la carga de trabajo y no abrirse rápidamente a una nueva relación. Además de evitar consumir alcohol, drogas o comidas para sobrellevar la situación.

Aprender a cuidarse puede ser una de las lecciones más valiosas que se aprenden tras una separación. A medida que va sintiendo las emociones de su pérdida y empieza a aprender de su experiencia, puede decidirse a cuidarse mejor y tomar decisiones positivas en el futuro”, puntualizó.