Durante el programa “Santo y Seña” emitido por el Canal 4 de Uruguay, Patricia Martin confirmó que a inicios de noviembre tuvo posibilidad de contactar vía telefónica con Sebastián Marset, utilizando el móvil de otra persona que tenía trato frecuente con él.

Fue así como la periodista accedió a concertar una entrevista con uno de los hombres más buscados de la región, aunque bajo ciertas condiciones que había fijado previamente. “Le dije que si él me daba la tranquilidad de que no me iba a pasar nada, yo no tenía ningún problema de ir”.

Las condiciones fueron el acompañamiento de Santiago Moratorio, abogado de Marset en Uruguay, la posibilidad de avisar a sus familiares y jefes del canal que se encontraba bien y la libertad de “hacer las preguntas que ella quiera”, sin imposiciones previas por parte de Marset. Dichas exigencias terminaron siendo aceptadas.

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Finalmente el jueves 9 de noviembre, Martin abordó un avión desde el aeropuerto de Carrasco con destino al aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque. Una vez allí, tomó un taxi que la condujo hasta un punto desconocido donde la estaban esperando personas que trabajaban para Marset para trasladarla en una camioneta.

La periodista del Canal 4 de Uruguay contó que el vehículo los llevó a “un lugar urbano pero alejado” que no supo precisar. Ahí se vieron obligados a colocar en “modo avión” y apagar sus celulares, a fin de evitar que reciban cualquier tipo de señal, y también debieron cambiar sus valijas por otras nuevas que les habían entregado.

Primeramente, tuvo que pasar por un detector de metales y entregar su teléfono a los “empleados” de Marset, quienes también le preguntaron si tenía un chip o rastreador oculto. Tras confirmar que no era así, Martin fue llevada hasta una casa donde se quedó a pasar la noche, ya que las condiciones climáticas impidieron el vuelo del helicóptero. Durante la cena, tuvo un nuevo contacto con el uruguayo a través de una videollamada. “Eso me tranquilizó”, afirmó.

Ya al día siguiente, finalmente lograron despegar en el primer helicóptero, realizando un viaje que duró más de una hora, según sus estimaciones. Si bien no la encapucharon, decidieron tapar las ventanas de la aeronave con cortinas para evitar que reconozca la zona por donde iban sobrevolando, que definió como “medio selvática”.

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Al llegar a destino, Martin y Moratorio abordaron otra camioneta y fueron llevados a un nuevo punto donde los esperaba el segundo helicóptero, el cual sí ya los trasladó finalmente a la vivienda de Sebastián Marset, quien los recibió de forma personal acompañado por su esposa y sus cuatro hijos.

En su relato, Martin describió a gente armada custodiándola (probablemente más de 10 personas) y también dijo haber visto a personas uniformadas, aunque no sabe si eran policías o militares y tampoco tiene certeza de si se trataba de uniformes reales.

“La casa no está en la ciudad, no había otras viviendas en las inmediaciones”, confirmó la periodista uruguaya al describir la residencia de Sebastían Marset. Dentro del domicilio había mucho lujo y hasta un chef que les había preparado diversos platos, incluyendo paella y recetas basadas en frutos de mar.

La ostentosa vivienda contaba con un living muy amplio, varias habitaciones, un quincho con parrilla, además de una piscina y una mesa de pool, refirió. “En la casa no vi armas ni drogas”, mencionó la reportera. A su vez, precisó que los empleados se dirigían a Marset como “patrón” o “jefe”.

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Martin reveló que la entrevista inicialmente fue fijada para la noche del 10 de noviembre, aunque tuvo que ser pospuesta luego de que el jefe de seguridad de Marset se haya opuesto al notar detalles que ayudarían a una posible identificación del lugar. “Explicó que la casa pudo haber sido alquilada por personas famosas anteriormente y que podría haber fotos que serían reconocibles”.

Fue así como la entrevista que salió al aire este domingo se concretó el día sábado 11 de noviembre, nuevamente en el horario de la noche. Ya al día siguiente, Martin y el abogado de Marset debieron retornar a suelo uruguayo al haber cumplido con su cometido.

“No tengo idea de dónde está”, dijo Patricia Martin al referirse sobre la ubicación del narco uruguayo, aunque todos los indicios que mencionó, sumado a su desembarco en el Silvio Pettirossi, hacen suponer que Marset se encuentra oculto en territorio paraguayo.

Agentes de la Comisaría 8va Central en la noche del sábado concretaron la detención de un presunto delincuente en la ciudad de Capiatá.

Se trata de Cristian David Riveros Sánchez, alias “Ka’i”, de 35 años, domiciliado en el barrio Santa Catalina, a la altura del Km 20,5 de la Ruta PY02 de Capiatá.

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El hombre fue sindicado como autor del asalto a una mujer de 70 años y un joven que se encontraban de visita en un cementerio, hecho que se registró en la tarde de ayer.

El ladrón fue atrapado por los agentes policiales en una zona boscosa del sector conocido como “Cable Guy”, en el barrio Santa Rosa de la citada localidad.

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Riveros cuenta con antecedentes por tentativa de hurto (2006), hurto (2009), coacción sexual y violación en grado de tentativa (2016) y hurto agravado (2018), además de tener una orden de captura pendiente, menciona el portal Sucesos Paraguay.

En las últimas horas se tuvo conocimiento de un presunto caso de abuso sexual infantil en la zona de Itapúa, teniendo como protagonista a una niña de 10 años de edad.

La menor -quien es oriunda del distrito de Carlos Antonio López- fue internada en grave estado en el Hospital Regional de Encarnación, a raíz de una infección generalizada, menciona el informe de la corresponsal de Nación Media, Rocío Gómez.

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Los médicos del centro asistencial constataron que la niña presentaba una fisura en el esfínter anal, la cual no fue tratada a tiempo y posteriormente derivó en la sepsis.

Este hallazgo hizo sospechar a los profesionales de blanco que la paciente había sido víctima de abuso sexual, motivo por el que dieron aviso a la Policía Nacional y el Ministerio Público para tomar intervención.

Las autoridades creen que la niña era mantenida en deplorables condiciones, esto considerando que tenía piques, piojos y caries, además de no contar siquiera con una cédula de identidad. De igual manera, se confirmó que apenas llegó a cursar el primer grado.

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Al ser entrevistada, la madre -quien no lee ni escribe- entró en algunas contradicciones al hablar sobre quién pudo haber lastimado a su hija. Incluso, habría afirmado que no se dio cuenta de la situación en que la misma se encontraba sino hasta el día de su internación.

El fiscal Gustavo Riveros finalmente formuló imputación contra la madre de la niña por el hecho punible de falta al deber del cuidado. Se prevé que, como parte de la investigación, se le quite la custodia de sus otros 7 hijos.

Una comitiva del Ministerio Público y la ANDE encabezó esta mañana un allanamiento en un inmueble ubicado en la compañía Yarigua’ami del distrito de Sapucai, departamento de Paraguarí.

Dicha propiedad se encuentra registrada a nombre del exdiputado Miguel Cuevas y, según confirmó su representante legal, había sido arrendada hace un mes a una mujer de nombre Ramona Peralta, quien reside en la zona de Alto Paraná.

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En el lugar se constató la instalación de una granja ilegal de criptominería, incautándose un total de 396 máquinas procesadoras de criptomonedas. Asimismo, se descubrió una conexión clandestina, alimentada por un transformador de 3.150 kVA.

Según informaciones proveídas por la ANDE, el suministro de este inmueble tenía una facturación mensual que se encontraba en torno a los G. 500.000, aunque el monto no condice con el consumo real.

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Se estima que el daño patrimonial para la empresa estatal alcanza los G. 873.000.000, esto en base a la capacidad del transformador hallado en la propiedad perteneciente al exparlamentario colorado.

El fiscal Alfredo Ramos dispuso la incautación de las máquinas mineradoras, que fueron trasladadas al depósito de la Fiscalía de Paraguarí para su resguardo. Por su parte, el transformador debió ser dejado en el sitio, debido a que no pudo ser removido por su gran peso y tamaño.