Porque, por qué, por que y porqué, las diferencias
Las palabras porque, por qué, porqué y por que pueden escribirse y tienen distintos significados según el contexto. Debido a la similitud entre todas, confundirlas es
No entiendo el porqué de tu actitud ni por qué te niegas a conversar, pero el motivo por que te llamé era solamente para ponerte al tanto de la situación y porque me siento preocupado.
Esta es una oración en la que se resumen los contextos y significados de los porqués en sus diferentes formas, sin embargo, la Real Academia Española ofrece una explicación detallada de cada posibilidad.
a) porqué
Es un sustantivo masculino que significa ‘causa, motivo o razón’ y se escribe con tilde por ser palabra aguda terminada en vocal; también se emplea con el sentido de ‘pregunta que comienza por la locución causal por qué e indaga la causa de algo’. Puesto que se trata de un sustantivo, se usa normalmente precedido de artículo u otro determinante y su plural es porqués:
No comprendo el porqué de tu actitud [= la razón de tu actitud]. Todo tiene su porqué [= su causa o su motivo]. Hay que averiguar los porqués de este cambio de actitud [= las razones].
b) por qué
Se trata de la secuencia formada por la preposición por y el interrogativo o exclamativo qué (palabra tónica que se escribe con tilde diacrítica para distinguirla del relativo y de la conjunción que). Introduce oraciones interrogativas y exclamativas causales o no causales, tanto directas como indirectas:
¿Por qué no viniste ayer a la fiesta? No comprendo por qué te pones así. No sabía por qué solución decantarse. ¡Por qué calles más bonitas pasamos!
c) porque
Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos valores:
Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya que:
No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas]. La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan todavía plazas libres].
Puede interesarle: Cayó, calló y callo, verifique las diferencias
También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por la secuencia por qué: —¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.
Al valor causal se añade un matiz concesivo o condicional cuando el verbo va en subjuntivo: Tampoco pasa nada porque no te bañes hoy [= si no te bañas hoy, aunque no te bañes hoy].
d) por que
Puede tratarse de una de las siguientes secuencias:
La preposición por + el pronombre relativo que. En este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.):
Este es el motivo por (el) que te llamé. Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
La preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:
Al final optaron por que no se presentase. Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto. Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.
Lea también: Surtir efecto y no, surgir efecto
Racismo, macaco y xenofobia, lo que significan para la RAE
En ámbitos futbolísticos, políticos y sociales, recientes episodios impulsaron el debate sobre lo que se considera racismo y sobre si una palabra resulta ofensiva o no en determinadas culturas. Analizamos el significado de cada término, desde la óptica lingüística.
Según el diccionario de la lengua española (el oficial de la RAE), las definiciones de estas palabras son las siguientes:
Racismo: m. Creencia que sostiene la superioridad de un grupo étnico sobre los demás, lo que conduce a la discriminación o persecución social.
Sin.: segregación, segregacionismo, discriminación.
Lea también: RAE valida el uso de Jose sin tilde
Macaco: m. y f. Cuadrumano muy parecido a la mona, pero más pequeño que ella, con cola y el hocico saliente y aplastado. U. en m. ref. (usado en masculino en referencia) a la especie.
En la tercera acepción encontramos una más próxima a la que se le pretende dar para los agravios: m. y f. coloq. Persona insignificante. U. t. c. insulto. (utilizada también como insulto) En Arg., u. en sent. despect.
Aquí el diccionario aporta una referencia geográfica en cuanto al uso que se le da en el sentido despectivo y sostiene que esa acepción es propia de la Argentina, es decir en el vecino país utilizan el término en su faceta peyorativa.
Xenofobia: f. Fobia a lo extranjero o a los extranjeros.
Misoginia: Aversión a las mujeres
Aversión: Rechazo o repugnancia frente a alguien o algo
Con lo expuesto, queda a interpretación de cada uno concluir si determinadas palabras constituyen un insulto racista o no. Sin embargo, para los hermanos brasileños, el término macaco es una forma de racismo cuando se dirige a ellos.
La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.
Puede interesarle: Hay, ay, ahí y haya (no haiga): sus usos y significados
RAE valida el uso de Jose sin tilde
Muchos de los que llevan el nombre José, cariñosamente son llamados Jose, sin tilde, es decir, cargando la voz en la primera sílaba. Esta opción es admitida por la Real Academia Española.
Al ver escrita la palabra Jose sin tilde, es probable que el corrector de Word o de Google Doc automáticamente subraye un error: la falta de tilde en la e.
Y es que si recurrimos al diccionario de la lengua española, no encontraremos ningún vocablo escrito de esa manera. Sin embargo, en una reciente actualización emitida días atrás, la Real Academia Española compartió una novedad al respecto.
La máxima instancia de la lengua castellana reconoce, por un lado, que el nombre José va con tilde por tratarse de una palabra aguda terminada en vocal.
Lea también: El partido se juega, ¿a las veintiuna o a las veintiún horas?
En cambio, por otro lado, confirma que también existe la forma «Jose», que representa la pronunciación [jóse], propia del hipocorístico acentual usado familiarmente.
Un hipocorístico es la forma abreviada o diminutiva de los nombres propios, es decir, lo que comúnmente conocemos como apodo. Ejemplos: Gabi, de Gabriela; Dani, de Daniel, Leti, de Leticia, entre otros.
El diccionario de la lengua española se actualizó en diciembre del 2024 y su nueva edición incluyó 609 palabras y 4.074 modificaciones. Estas incorporaciones son el reflejo de la adaptación de la RAE a la actualidad de los hispanohablantes.
La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.
Puede interesarle: Hay, ay, ahí y haya (no haiga): sus usos y significados
La curiosa incidencia del guaraní en una palabra del español
Una palabra utilizada con frecuencia para referirse a los pequeños trozos de algo, sea vidrio o cualquier material. La RAE no solamente la incluye en su diccionario, sino que también confirma que el origen está en el idioma guaraní. Veamos los detalles.
El diccionario de la lengua española da una explicación muy importante de la palabra curuvica antes de contar su definición:
Del guar. (guaraní) curuví ‘fragmento, trozo’ y el suf. dim. Esp. (sufijo diminutivo español) -ica.
Posteriormente, el significado dice:
f. Arg. y Par. Fragmento diminuto que resulta de la trituración de una piedra, y, por extensión, de cualquier otro material sólido. U. t. en sent. Fig. (usado también en sentido figurado).
Lea también: El partido se juega, ¿a las veintiuna o a las veintiún horas?
En tanto, si vamos a nuestro ñe’ẽryru, recordamos que la palabra de origen a la que hace alusión la RAE es kuruvi (con k, no con c). La traducción dice: cascajo, migaja. Es decir, la utilizamos no solamente para aludir materiales sólidos, pues las migajas pueden ser también de panes, galletitas y otros.
En conclusión, la Real Academia Española reconoce la existencia de la palabra curuvica como originaria del guaraní, pero sostiene que su uso se da mayormente en Argentina y Paraguay (aparecen así, estrictamente por motivos de orden alfabético), no así en otros países hispanohablantes.
La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.
Puede interesarle: Hay, ay, ahí y haya (no haiga): sus usos y significados