Diáspora africana en Paraguay: la desconocida historia de los nambi’i en la Guerra Guasu

Al menos dos batallones del Ejército del Paraguay en la Guerra contra la Triple Alianza estaban conformados enteramente por afrodescendientes. Asaltaban embarcaciones, hacían de infantería de marina y construyeron las trincheras de Humaitá y Curupayty. Se les temía por su arrojo casi suicida en la batalla. Los “nambi’i” hicieron su presentación en Coímbra y de allí en más sembraron el pánico entre aliados por Corrientes, Riachuelo y Humaitá, entre otros. Historia, anécdotas y testimonios sobre estos feroces guerreros de raza morena al servicio del Paraguay.

  • Escrito por Gonzalo Cáceres (@gonzatepes)

La presencia afro tiene sus raíces en los albores de la época colonial. Josefina Plá, en su obra “La Esclavitud en el Paraguay”, señala que los primeros esclavos de color llegaron a la región con los conquistadores (españoles y/o portugueses); Alejo García, que descubrió el Paraguay por tierra en 1524, trajo consigo un mulato llamado Pacheco, del cual se sabe que “volvió a la tierra de Guacani, y Guacani lo mató allí”.

ORÍGENES

Existieron tres grupos principales de cautivos africanos que llegaron a América en los barcos negreros. La primera es la cultura de la Costa Occidental o “de Guinea” (estos preferidos para el trabajo en las haciendas por su resistencia física), la segunda la cultura bantú (región del Congo y Angola) y, por último, los de etnia mandinga. Por aquella época, Angola era una colonia de la Corona portuguesa, por lo que más de la tercera parte de la trata del Atlántico se dirigía a Brasil (Río de Janeiro y Bahía, entre sus principales puertos) y desde allí hacia las colonias españolas.

De la nación angoleña se desprenden tribus como los cambas, un pueblo bantú que existe hasta hoy día en la provincia oriental de Kenia semiárida. Esta tierra se llama Ukambani o “tierra de los Kambas”. “Kamba” es el término utilizado por los elementos del Ejército Paraguayo en el frente durante la guerra de la Triple Alianza, en especial para referirse a los soldados (esclavos negros y mulatos) del Imperio del Brasil, si bien se cree que este vocablo es de origen guaraní, no lo es.

EN LA COLONIA

Fue durante el siglo XVIII que la encomienda dejo ser el eje de producción de las haciendas para ser sustituido por la esclavitud negra. La demanda aceleró la importación de cautivos desde los puertos brasileños y sus mercados internos hacia el territorio paraguayo. El censo más antiguo del que se tiene constancia es el realizado por Faustino de Casas en 1678 por orden de la Corona española. El resultado expuso que el Paraguay poseía 38.666 habitantes en aquel entonces, de los cuales 1.134 eran esclavos negros (sin contar los que podían encontrarse en las reducciones de los jesuitas).

En menos de 100 años la población de esclavos negros en Paraguay se había triplicado, para 1762 existían unos 3.500. En 1799, para una suma total de 108.070 personas, existían 12.546 afrodescendientes, de los cuales 7.948 era libres y 4.598 aún esclavos.

PARAGUAY INDEPENDIENTE

En 1821 se registra la entrada de un contingente de afrodescendientes orientales (fuentes divergen entre 200 y 400) con el caudillo uruguayo José Gervasio Artigas (que pidió asilo al Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia). “Los morenos que acompañaron a Artigas eran libertos, ninguno era esclavo”, señala el historiador uruguayo Alberto del Pino Menck. De ese grupo se destacó Manuel Antonio Ledesma, celador corregidor de Guarambaré que contrajo matrimonio con la paraguaya Juliana Fretes. De esta unión nacieron seis hijos, dos de los cuales varones murieron al servicio del Paraguay en la Guerra de la Triple Alianza (Sebastián y Pablo).

En 1846 la población paraguaya alcanzó los 238.862 habitantes, de los cuales 17.181 eran afroamericanos, 8796 libres y 7.866 esclavos. Desde 1843 se comienza a hablar de los ‘libertos de la patria’ (519 personas en el censo), en virtud de la Ley de Libertad de Vientres. Esta Ley, promulgada en 1842 (pero vigente desde el año entrante) para obtener el reconocimiento de la emancipación paraguaya por parte del Imperio Británico, estipulaba que los hijos varones de esclavas negras obtendrían su libertad a los 25 años y las mujeres a los 24 (no era retroactiva).

LLEGA LA GUERRA

La presencia de afrodescendientes en las filas del Ejército Paraguayo fue constante, ya desde la época del Doctor Francia. En el Archivo Nacional de Asunción, Nueva Encuadernación Volumen 860, se observa el informe sobre los ‘pardos lanceros’ en la Caballería paraguaya el 22 de septiembre de 1849, los nombres de estos son los siguientes: Antonino Moreno, Salvador Rojas, Laureano Mongelos y Francisco Aranda.

A puertas de iniciarse la Guerra contra Argentina, el Imperio del Brasil y Uruguay, Francisco Solano López estableció el campamento del Ejército en Cerro León. Se dio la puesta en escena de un batallón que era conformado por los morenos descendientes del grupo que trajo consigo Artigas, entre estos bravos paraguayos se encontraba la legendaria figura del Sargento de Trompa Cándido Silva.

“Entre estos bravos paraguayos se encontraba la legendaria figura del Sargento de Trompa Cándido Silva”. Foto: Archivo Nacional.

Según la memoria del Ministerio de Guerra y Marina, presentada el 16 de octubre de 1862, día en que fue elevado a la presidencia de la República del Paraguay el General de División Francisco Solano López tras la muerte de Don Carlos Antonio, proporciona algunos datos sobre los batallones de “chaflaneros” (así se les conocía en el ejército por realizar trabajo de zapador): “Todos los Cuerpos de esta guarnición (de Asunción) han seguido gozando de sueldos correspondientes a sus clases. Igual ventaja ha sido acordada a los Batallones No 6 y 7 del Ejército. Estos Cuerpos han sido desprendidos del Ejército y se hallan empleados en los trabajos de terraplén del Ferro-carril, en los que, sin enervar la disciplina militar, han adquirido la práctica necesaria a un Cuerpo de Zapadores, dando a la vez robusto empuje a esta obra monumental”.

EN CAMPAÑA

En las memorias del ingeniero inglés George Thompson, que sirvió al Ejército Paraguayo hasta su rendición y captura en Lomas Valentinas el 30 de diciembre de 1868, se atestigua la participación del batallón de afrodescendientes en la campaña ofensiva al Matto Grosso, donde actuaron desde el asalto al fuerte de Coímbra hasta Corumbá.

Las narraciones de la época señalan que el 24 de diciembre de 1864, ocasión en la que partiría la expedición para invadir a Matto Grosso, se vivía un gran júbilo en Asunción. Señala Thompson: “Entre las tropas embarcadas se encontraban los batallones 6° y 7°. Estos eran los dos mejores batallones del ejército, compuestos de antiguos soldados, todos ellos mulatos, conocidos por el apodo de orejas chicas (nambi’i)”. En el asalto a Coímbra, el Teniente Coronel Luis González llevaba el ataque en persona con el batallón número 6, con 750 hombres; en aquella ocasión perdió 200 plazas, entre muertos y heridos, contándose él entre éstos.

EL COMANDANTE DE LOS “NAMBI’I”

Hablamos del Teniente Coronel Francisco Luis González, conocido como ‘Mangú’, fue parte de la comisión que partió de Asunción a bordo del “Tacuarí” el 27 de setiembre de 1859 con destino a Paraná que logro la firma del “Pacto de San José de Flores”, firmado el 10 de noviembre de 1859, en calidad de edecán. Pertenecía al Estado Mayor del Ejército Paraguayo al inicio de la contienda. Fue oficial de Infantería, en 1865 era Comandante del batallón Artillería de sitio y plaza No. 6.14. Por decreto firmado del 12 de diciembre de 1864 fue designado como segundo comandante de la División de Operaciones de Alto Paraguay.

Así mismo fue integrante de la comitiva del 8 de junio de 1865, en dicha comitiva partió el Mariscal López rumbo a Humaitá. En aquella ocasión al frente siempre del Batallón N° 6 de infantería. Murió a causa del cólera el 29 de mayo de 1867.

Representación de un soldado paraguayo afro. Carlos Von Horoch.

CORRIENTES

Durante la campaña de Corrientes se tomaron varios vapores argentinos, en donde fueron encontrados unos 800 machetes los cuales fueron entregados al batallón 6, porque después de su vuelta de Matto-Grosso ya la fama de feroz y temerario le precedía. Expresa lo siguiente Thompson: “Sólo el batallón 6 contaba con machetes, los capturados en los vapores argentinos frente a Corrientes, y devendría en batallón de infantería de marina”.

URUGUAYANA

Un fragmento del diario de León de Palleja hace referencia a unos de los batallones de afrodescendientes paraguayos: “El personal es compuesto todo de gente blanca e indio más o menos cruzados. En el Batallón número 17, las dos terceras partes del personal se componía de negros cruzados con indios. Se conoce que los blancos desdeñan de cruzarse con los negros”.

RIACHUELO

Para la misión en Riachuelo, al sur de Corrientes, fueron escogidos uno por uno, 500 hombres de color del batallón 6, para ser embarcados en los vapores, siendo su misión el abordaje a las naves enemigas ancladas en las aguas del Paraná, bajo las órdenes del almirante Barroso. Fueron condecorados por el Mariscal López con la Orden Nacional de Mérito, siendo ascendidos muchos de sus integrantes, tras haber abordado la corbeta Belmonte e izado hasta el tope la enseña paraguaya.

HUMAITÁ

Hace de nuevo su aparición el batallón de afroparaguayos en la columna del General Vicente Barrios en el asalto a Tuyutí. Aquí combatió codo a codo con otro emblemático batallón, el batallón 40, que había sido diezmado en Estero Bellaco, fue casi exterminado de nuevo en esta nueva acción, retirándose del combate apenas con 80 hombres. Los batallones 6 y 7 quedaron reducidos a 100 hombres cada uno, en 1866 como vemos prácticamente que ya desapareció el batallón 6 en su composición inicial.

Otra aparición se da en los combates de Boquerón del Sauce, siendo integrantes de este batallón los empleados para realizar las fortificaciones. El Teniente Coronel Julián Godoy cuenta en sus memorias: “La prolongación de la línea paraguaya fortificada entre los montes, dando frente al sur al enemigo, se hizo hasta las lagunas Piris y Chichí por los batallones números 6, 7 y 12 al mando del sargento mayor Francisco González, bajo la dirección de Thompson. Estos batallones habían hecho los terraplenes del ferrocarril de la Asunción hasta Sapukai. Estos batallones, 6º y 7º, les llamaban chaflaneros. El 6º era de negros, el de Francisco González. El 7º por el capitán Luis González. El 12º por el teniente Viveros”.

La referencia sobre la participación de los “nambi’i” en Boquerón del Sauce también nos la da Thompson en sus memorias: “Di parte de que la trinchera era practicable, y López determinó abrirla inmediatamente. Con este motivo todas las azadas, palas y picos (que llegaban a 700) fueron enviadas al Sauce, y los batallones 6 y 7, (que habían hecho los terraplenes y trincheras de Humaitá), fueron escogidos para realizar la obra”.

Las mismas referencias da Juan Crisóstomo Centurión en sus memorias sobre esta batalla: “Los batallones 6 y 7 fueron designados para levantar la trinchera, cuentan los historiadores que el lugar donde realizaban la obra estaba plagado de cadáveres de la batalla de Tuyutí del 24 de mayo de 1866”. En esta batalla se daría un encuentro épico: el Batallón Florida, el mejor batallón de infantería uruguaya, contra el mejor batallón de infantería paraguaya.

López en septiembre de 1866 autoriza el reclutamiento de esclavos en el ejército paraguayo, mediante la donación de los esclavos o venta por particulares al gobierno, al mismo tiempo, alrededor de 6.000 esclavos y libertos de las estancias del Estado se alistaron también en el ejército según Josefina Plá. Algunos de los nombres que se,rescatan de los reclutamientos del 10 de septiembre de 1866 del distrito 1° y 2° de la Encarnación, de esclavos y libertos son: Fortunato Espinoza, liberto de 18 años. Juan Luis Espora, esclavo de 33 años. Basilio Recalde, esclavo de 54 años. Vicente Urdapilleta, esclavo de 50 años.

CURUPAYTY

No vemos figurar a un batallón o regimiento de afrodescendientes entre los defensores de Curupayty, el 22 de setiembre de 1866, pero si había varios de ellos, siendo la actuación del sargento Cándido Silva el que pasaría a los anales de la historia por anunciar con su trompeta la victoria de la batalla de Curupayty, las tropas estaban al mando del mítico general José Eduvigis Díaz.

LOMAS VALENTINAS

Durante la batalla de los siete días el comandante del Batallón 6 era el Teniente Saturnino Viveros, ya a esta altura casi no tenía sus integrantes originales del inicio de la contienda.

“Si vos te fijás en su foja de servicio, estos tipos eran unos locos. Tomaban embarcaciones, hacían asaltos. Ellos construyeron las trincheras de Curupayty. Tenían las misiones más difíciles porque eran los batallones más antiguos y mejores del Ejército paraguayo. Ellos ya venían entrenando mucho antes, prácticamente hay noticias de ellos desde 1850”, comentó HOY el historiador Eder Acosta.

ESCLAVAS LAVANDERAS

Para los varones esclavos el enrolamiento fue obligatorio, mientras que las mujeres debían servir en los hospitales lavando ropa personal y de cama de los heridos, incluidas las libertas del Estado y pardas libres. Algunos nombres para la historia: Felipa Samaniego, Margarita y Marcela Plaza, Francisca Rodríguez, Juliana Arza, Asunción Ferreira, Carlota Rodríguez; Bonifacia Meza.

Alrededor de 6.000 esclavos y libertos de las estancias del Estado se alistaron también en el ejército según Josefina Plá. Foto: Eder Acosta – Archivo Nacional.

REDUCCIÓN CASI TOTAL

El desastre demográfico que representó la Guerra Guasú alcanzo a los afrodescendientes, quienes los sufrieron de la misma forma, en realidad, es posible que cayeran proporcionalmente más negros que otros soldados, ya que existen indicios de que el Mariscal López los empleaba para las tareas más peligrosas, según atestigua George Thompson: “Las incursiones a Corrales continuaban y los paraguayos volvían siempre con algún trofeo. Una vez, un negro sargento volvió llevando en un saco nueve cabezas de soldados aliados, y presentó ellas a López, apilándolas unas tras otras, en la puerta de su casa. López las envió a la casa del jefe del Estado Mayor en donde fueron nuevamente puestas en pila, para servir de escarnio a casi todo el campamento. El sargento fue promovido al puesto de abanderado (este era el único oficial negro en todo el Ejército del Paraguay), pero López lo mandó después a todos los combates, hasta que fue muerto, librándose así del oficial negro”.

Para el final de la Guerra, el Paraguay perdería gran parte de su población, solo quedaron 116.351 habitantes de los cuales menos de 500 eran esclavos de color. Con la Constitución de 1870, y luego de 300 años de existencia, la esclavitud llegaba a su fin en Paraguay. De los casi 8.000 nobles guerreros morenos que partieron al frente solo unas cuantas decenas llegaron a gozar su libertad, el resto quedó para siempre en el campo de batalla. “Los que quedaron fueron muy pocos y fueron asimilados por la población”, añadió Acosta.

Años después de la guerra, el movimiento nacionalista se respaldó en la figura del legendario Sargento Cándido Silva, que con su trompa anunció la victoria en Curupayty.

FUENTES

-“Participación de afroamericanos en el Ejército del Paraguay”. Eder Acosta.

-“La esclavitud en el Paraguay”. Josefina Plá.

-“Esclavitud en el Paraguay”. Boccia Romañach.

-“La historiografía paraguaya y los afrodescendientes”. Ignacio Talesca.

-“Los negros del Paraguay”. Ana Arguello.

-“La Guerra del Paraguay”. George Thompson.

Anuncian visita del primer ministro de Japón

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, visitá Francia, Brasil y Paraguay la próxima semana, como parte de una estrategia para impulsar los vínculos con América Latina, anunció este viernes el gobierno de dicho país.

Fuente: AFP

Durante la gira de seis días, Kishida se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron, con el mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el presidente Santiago Peña, informó su despacho.

“Este es el año de América Latina, y es el centro de atención del mundo”, afirmó el portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, en una rueda de prensa en la que destacó que Brasil preside el G20 y Perú tiene la presidencia del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

“Japón quiere aprovechar esta oportunidad para fortalecer sus vínculos con los países de Latinoamérica”, agregó.

En la reunión con Lula, se espera que Kishida firme un acuerdo de cooperación bilateral sobre varios temas medioambientales, incluyendo el cambio climático y el proceso de reducción de emisiones de carbono, informó la agencia japonesa Kyodo News.

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Kishida viajará con representantes de al menos 40 empresas, con el objetivo de aumentar las inversiones de Japón en Brasil y de impulsar la cooperación en tecnologías verdes, indicó el diario Nikkei.

El gigante automovilístico japonés Toyota anunció en marzo un plan para invertir 11.000 millones de reales (2.200 millones de dólares) para aumentar la producción de vehículos híbridos en Brasil.

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Operativo Arambe II: concretan pérdidas de cerca de US$ 3 millones a narcotraficantes

El MInisterio Público llevó adelante el Operativo Arambe II en la lucha contra el narcotráfico en el departamento de Canindeyú, desarrollado del 23 al 25 de abril de 2024, ocasión en que se logró la destrucción de 150.000 kilos de supuesta marihuana prensada y picada.

Los procedimientos fueron encabezados por el fiscal antidrogas Néstor Narváez, en el marco del Operativo Arambe II en el departamento de Canindeyú, desarrollado del 23 al 25 de abril de 2024,.

Los trabajos de control se desarrollaron en las zonas rurales del distrito de Villa Ygatimi, y los datos finales señalan que la pérdidas económicas aproximadas para los grupos criminales que operan en estas actividades ilicitas alcanzan la suma de Gs. 22.037.000, equivalente a US$ 2.966.000.

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Durante los procedimientos llevados en forma conjunta con los agentes antinarcóticos de la Policía Nacional se logró la destrucción de 48 hectáreas de supuesta marihuana en etapa de cosecha, distribuidas en 14 parcelas, equivalentes a 144.000 de kilos de marihuana prensada.

Además, se requisaron 6250 kilogramos de supuesta marihuana picada. También se destruyeron once campamentos precarios ubicados en la zona y se requisaron diez zarandas y enseres varios.

Ley de Fomento de la Lectura quedó reglamentada

El Poder Ejecutivo reglamentó la Ley 7140/2023, cuyo objetivo de política nacional de fomento de la lectura y el libro es promover la lectura, la escritura, la producción y la circulación del libro como instrumento sociocultural imprescindible para la formación integral de niños, jóvenes y adultos.

La ley establece que el Consejo Nacional de la Lectura y el Libro, presidido por la Secretaría Nacional de Cultura y acompañado por el Ministerio de Educación y Ciencia y el apoyo de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, deberán diseñar y conducir el Plan Nacional de fomento del libro y la lectura.

Deberán facilitar el acceso de toda la población a las bibliotecas públicas, principalmente, de las personas en condiciones de vulnerabilidad, mediante la incorporación de nuevas tecnologías de la información y el conocimiento, articular la compra de libros de autores nacionales e internacionales destinados a bibliotecas públicas, comunitarias y a aquellas habilitadas en espacios no convencionales, impulsar la investigación científica en el ámbito de la lectura, el libro y el acceso a la cultura, además de otras disposiciones.

Trabajarán con las gobernaciones y los municipios la implementación de programas locales de fomento al libro y la lectura y la correspondiente asignación presupuestaria anual, según la particularidad de sus territorios.

En los casos de territorios en frontera, los planes incluirán, al mismo tiempo, programas de afirmación de la soberanía cultural y de fomento de la integración regional, promoviendo acciones conjuntas con los países vecinos, que beneficien el intercambio de libros, conferencias, presentación de autores, entre otras iniciativas.